Ayer, 20 de octubre, recibimos la gran noticia de que por
fin ETA cesaba definitivamente la violencia.
Muchos años de despropósitos, de destrucción y de sinrazón.
Desde el Centro queremos unirnos en este momento histórico a
todos los que creyeron que la paz auténtica era posible.
A los soñadores, los optimistas, los reconciliadores.
A todos los que desde su pequeña realidad hicieron todo lo
necesario para que las personas se entendieran y respetaran.
A aquellos que propusieron tolerancia y diálogo cuando no se
veía el final del túnel.
Sigamos colaborando en esta construcción de la paz también
desde nuestras aulas, para que nuestra comunidad educativa crezca en armonía y
tolerancia.
Y seamos, hoy más que nunca, modelos de convivencia y referentes
de vida para nuestros alumnos y compañeros, igual que lo fue Jesús de Nazaret
para sus discípulos y amigos.
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