Hace ya siete cursos que nació esta sección de nuestro blog, #GAZTEGIRO, en la que queremos destacar a aquellos estudiantes del Centro que sobresalen en otras áreas de la cultura, diferentes a la estrictamente académica.
Aquí os presentamos a los estudiantes que queremos que conozcáis este curso 2018/2019:
Hace ya siete cursos que nació esta sección de nuestro blog, #GAZTEGIRO, en la que queremos destacar a aquellos estudiantes del Centro que sobresalen en otras áreas de la cultura, diferentes a la estrictamente académica.
Aquí os presentamos a los estudiantes que queremos que conozcáis este curso 2018/2019:
1 de mayo de 2019
1 de mayo de 2019
“En el agua me siento independiente”
Mireia Aldalur (2º BHCS-B)
Mireia tiene 17 años, reside en Zalla y actualmente estudia 2º de Bachillerato.
Mireia padece de espina bífida lo que hace que tenga movilidad reducida en las piernas. Hasta hace poco realizaba sus terapias en el propio colegio en el que estudiaba pero actualmente ya no tiene ese recurso y ahora intenta sustituirlo con la natación. Desde hace tres años pertenece a la náutica de Portugalete con la que compite en su modalidad de “natación adaptada” desde hace un año. Es la única chica en su club, en el que entrena tres días a la semana con el resto de compañeros.
En el agua se siente “libre”, sin muletas no tiene estabilidad, mientras que, en la piscina se ve independiente, con fuerza, está en su salsa. En el campo de la natación adaptada y en función de la “dependencia” se compite con “ponderaciones”, es todo un mundo.
Ha participado ya en varias competiciones, en Getxo ganó en 50m braza femenino y posteriormente en Madrid, donde vio el alto nivel de las nadadoras. En la prueba de braza fue segunda en piscina, aunque a la hora de ponderar, bajó un buen número de puestos.
Pero lo importante para Mireia no es solo la competición en sí, si no la sensación de libertad y de igualdad en la piscina. Entre sus compañeros de club encuentra la solidaridad con la que no siempre cuenta fuera del agua. Mireia no se queja de cómo la tratan pero reconoce que aún se encuentra con bastantes barreras fuera. En el entorno de la piscina está más a gusto, le gusta mucho el “rollo” que hay.
“Uretan nagoenean oztopo guztiak desagertzen dira”
En casa están encantados con el hecho de que practique natación. Mireia ya probó también otros deportes como el baloncesto en sillas de ruedas aunque no se encontraba tan feliz como nadando y aunque siempre que puede, sigue viendo partidos, pero como en el agua no se encuentra en ningún sitio.
A sus compañeros de clase no les ha dicho que está compitiendo, es parte de su timidez, ella no le da importancia a lo que hace, simplemente está contenta de superar barreras como una meta personal.
Con sus amigas de toda la vida si comparte sus experiencias nadando, aunque todavía no las ha invitado a acompañarla a ninguna competición; quizás esté esperando a cumplir su sueño y que la vean participando en unos juegos paraolímpicos; lo tiene claro, si entrena fuerte y trabaja sus dos especialidades, la braza y el crol, quién dice que no va a poder cumplir su objetivo.
Ojalá sea así y la veamos en un futuro compitiendo en unas olimpiadas o entrenando a niños, otro aspecto que también se ha planteado y, pese a que le impone un gran respeto, le gustaría mucho. En futuro más a corto plazo su proposito es estudiar Educación Social y trabajar con niños con diversidad funcional.
¡Mucha suerte Mireia!
Mireia tiene 17 años, reside en Zalla y actualmente estudia 2º de Bachillerato.
Mireia padece de espina bífida lo que hace que tenga movilidad reducida en las piernas. Hasta hace poco realizaba sus terapias en el propio colegio en el que estudiaba pero actualmente ya no tiene ese recurso y ahora intenta sustituirlo con la natación. Desde hace tres años pertenece a la náutica de Portugalete con la que compite en su modalidad de “natación adaptada” desde hace un año. Es la única chica en su club, en el que entrena tres días a la semana con el resto de compañeros.
En el agua se siente “libre”, sin muletas no tiene estabilidad, mientras que, en la piscina se ve independiente, con fuerza, está en su salsa. En el campo de la natación adaptada y en función de la “dependencia” se compite con “ponderaciones”, es todo un mundo.
Ha participado ya en varias competiciones, en Getxo ganó en 50m braza femenino y posteriormente en Madrid, donde vio el alto nivel de las nadadoras. En la prueba de braza fue segunda en piscina, aunque a la hora de ponderar, bajó un buen número de puestos.
Pero lo importante para Mireia no es solo la competición en sí, si no la sensación de libertad y de igualdad en la piscina. Entre sus compañeros de club encuentra la solidaridad con la que no siempre cuenta fuera del agua. Mireia no se queja de cómo la tratan pero reconoce que aún se encuentra con bastantes barreras fuera. En el entorno de la piscina está más a gusto, le gusta mucho el “rollo” que hay.
En casa están encantados con el hecho de que practique natación. Mireia ya probó también otros deportes como el baloncesto en sillas de ruedas aunque no se encontraba tan feliz como nadando y aunque siempre que puede, sigue viendo partidos, pero como en el agua no se encuentra en ningún sitio.
A sus compañeros de clase no les ha dicho que está compitiendo, es parte de su timidez, ella no le da importancia a lo que hace, simplemente está contenta de superar barreras como una meta personal.
Con sus amigas de toda la vida si comparte sus experiencias nadando, aunque todavía no las ha invitado a acompañarla a ninguna competición; quizás esté esperando a cumplir su sueño y que la vean participando en unos juegos paraolímpicos; lo tiene claro, si entrena fuerte y trabaja sus dos especialidades, la braza y el crol, quién dice que no va a poder cumplir su objetivo.
Ojalá sea así y la veamos en un futuro compitiendo en unas olimpiadas o entrenando a niños, otro aspecto que también se ha planteado y, pese a que le impone un gran respeto, le gustaría mucho. En futuro más a corto plazo su proposito es estudiar Educación Social y trabajar con niños con diversidad funcional.
¡Mucha suerte Mireia!
Mireia padece de espina bífida lo que hace que tenga movilidad reducida en las piernas. Hasta hace poco realizaba sus terapias en el propio colegio en el que estudiaba pero actualmente ya no tiene ese recurso y ahora intenta sustituirlo con la natación. Desde hace tres años pertenece a la náutica de Portugalete con la que compite en su modalidad de “natación adaptada” desde hace un año. Es la única chica en su club, en el que entrena tres días a la semana con el resto de compañeros.
En el agua se siente “libre”, sin muletas no tiene estabilidad, mientras que, en la piscina se ve independiente, con fuerza, está en su salsa. En el campo de la natación adaptada y en función de la “dependencia” se compite con “ponderaciones”, es todo un mundo.
Ha participado ya en varias competiciones, en Getxo ganó en 50m braza femenino y posteriormente en Madrid, donde vio el alto nivel de las nadadoras. En la prueba de braza fue segunda en piscina, aunque a la hora de ponderar, bajó un buen número de puestos.
Pero lo importante para Mireia no es solo la competición en sí, si no la sensación de libertad y de igualdad en la piscina. Entre sus compañeros de club encuentra la solidaridad con la que no siempre cuenta fuera del agua. Mireia no se queja de cómo la tratan pero reconoce que aún se encuentra con bastantes barreras fuera. En el entorno de la piscina está más a gusto, le gusta mucho el “rollo” que hay.
“Uretan nagoenean oztopo guztiak desagertzen dira”
A sus compañeros de clase no les ha dicho que está compitiendo, es parte de su timidez, ella no le da importancia a lo que hace, simplemente está contenta de superar barreras como una meta personal.
Con sus amigas de toda la vida si comparte sus experiencias nadando, aunque todavía no las ha invitado a acompañarla a ninguna competición; quizás esté esperando a cumplir su sueño y que la vean participando en unos juegos paraolímpicos; lo tiene claro, si entrena fuerte y trabaja sus dos especialidades, la braza y el crol, quién dice que no va a poder cumplir su objetivo.
Ojalá sea así y la veamos en un futuro compitiendo en unas olimpiadas o entrenando a niños, otro aspecto que también se ha planteado y, pese a que le impone un gran respeto, le gustaría mucho. En futuro más a corto plazo su proposito es estudiar Educación Social y trabajar con niños con diversidad funcional.
¡Mucha suerte Mireia!
7 de enero de 2019
7 de enero de 2019
“Pura adrenalina en la nieve”
Amaia Vadillo (ESO-1ºA)
Amaia Vadillo
de 1ºA de la ESO, portugaluja de trece años, lleva practicando snowboarding desde los
seis. En la actualidad es campeona de La Rioja en la modalidad de slalom, en la que
también ha conquistado medallas de plata y bronce en años anteriores.
Amaia iba a la nieve desde pequeñita con sus padres y con su
hermano, y como muchos de sus amigos, empezó tirándose con un plástico, hasta
que su madre les compró un trineo. Todo esto en las pistas de Valdezcaray donde
pronto se apuntó a un cursillo de esquí,
aunque viendo a otros niños de su edad hacer snowboard, se cambió rápido de
modalidad. Siempre al amparo de su hermano mayor que fue campeón de España de la disciplina.
Entrena en el club “EDIV Snowboard” de Valdezcaray donde tiene
un entrenador muy exigente, que le programa las tablas de entrenamiento
semanales con las que está buscando mejorar su potencia física y su
musculatura, uno de sus hándicaps actuales por su “cuerpo menudo”. Para ello
entrena en casa la parte física y con
ayuda de su “snowboard adition” también
el equilibrio.
La tabla la coge los fines de semana cuando llega el
invierno, aunque antes practica con el skate o incluso la tabla de surf,
especialmente en verano, donde disfruta de lo lindo con sus compañeros del club
Erauntsi de La Arena. Cuando entrena snow lo hace mínimo 4 horas al día aunque
su entrenador, viendo el potencial que tiene, la está haciendo trabajar más
horas y más duro; tiene muchas esperanzas puestas en ella. Además, dos días a
la semana entrena kárate para fortalecer sus piernas. Este año Amaia tiene como
objetivo hacer pódium en el campeonato de España y ser llamada por la
selección.
En el último año ha cambiado el slalom por el boardercross,
probablemente la competición más
divertida del snowboarding. Básicamente bajas por una pista estrecha y pasas
diferentes obstáculos. No tienes que hacer trucos en los obstáculos, solo
tienes que ser rápido. Hay giros muy bruscos, saltos grandes y tus oponentes
tratarán de empujarte fuera de la pista.
Para Amaia lo mejor del snow es el subidón de adrenalina que
la da la competición. Lleva muy mal eso de “lo importante es participar”, es
tan competitiva que no se puede quitar de la cabeza el ganar. Es un deporte con
su riesgo pero de momento a ella las lesiones y los accidentes la están
respetando; eso sí, Amaia tiene claro la importancia de la protección y no le
falta nada; casco y espaldera especialmente.
Sobre el blanco tiene muchos recuerdos, el mejor lo tiene de
Andorra, donde las pistas son espectaculares y las instalaciones incomparables.
Ha hecho snow en Baqueira, en La Molina,… y este año espera ir a Sierra Nevada.
Reconoce que tiene su pequeña rivalidad con los “palilleros”, los que practican
esquí, porque según ella se meten con los que practican snow, los “surferos” y
eso a ella la molesta.
Sus padres la apoyan a tope porque ven la pasión con la que
practica este deporte, pero la han dejado bien claro que los estudios son lo
primero y por eso Amaia sale muy poco con los amigos para estudiar y hacer
trabajos. De momento sabe que si quiere seguir en el snow tiene que sacrificar
otras cosas.
En un futuro lo que le apasionaría es seguir en el mundo del
snow como profesora pero también estudiar y ser veterinaria, porque los
animales son su otra pasión.
Seguro que con su garra y su competitividad logra todos sus
sueños.
Amaia Vadillo
de 1ºA de la ESO, portugaluja de trece años, lleva practicando snowboarding desde los
seis. En la actualidad es campeona de La Rioja en la modalidad de slalom, en la que
también ha conquistado medallas de plata y bronce en años anteriores.
Amaia iba a la nieve desde pequeñita con sus padres y con su
hermano, y como muchos de sus amigos, empezó tirándose con un plástico, hasta
que su madre les compró un trineo. Todo esto en las pistas de Valdezcaray donde
pronto se apuntó a un cursillo de esquí,
aunque viendo a otros niños de su edad hacer snowboard, se cambió rápido de
modalidad. Siempre al amparo de su hermano mayor que fue campeón de España de la disciplina.
Entrena en el club “EDIV Snowboard” de Valdezcaray donde tiene
un entrenador muy exigente, que le programa las tablas de entrenamiento
semanales con las que está buscando mejorar su potencia física y su
musculatura, uno de sus hándicaps actuales por su “cuerpo menudo”. Para ello
entrena en casa la parte física y con
ayuda de su “snowboard adition” también
el equilibrio.
La tabla la coge los fines de semana cuando llega el
invierno, aunque antes practica con el skate o incluso la tabla de surf,
especialmente en verano, donde disfruta de lo lindo con sus compañeros del club
Erauntsi de La Arena. Cuando entrena snow lo hace mínimo 4 horas al día aunque
su entrenador, viendo el potencial que tiene, la está haciendo trabajar más
horas y más duro; tiene muchas esperanzas puestas en ella. Además, dos días a
la semana entrena kárate para fortalecer sus piernas. Este año Amaia tiene como
objetivo hacer pódium en el campeonato de España y ser llamada por la
selección.
En el último año ha cambiado el slalom por el boardercross,
probablemente la competición más
divertida del snowboarding. Básicamente bajas por una pista estrecha y pasas
diferentes obstáculos. No tienes que hacer trucos en los obstáculos, solo
tienes que ser rápido. Hay giros muy bruscos, saltos grandes y tus oponentes
tratarán de empujarte fuera de la pista.
Para Amaia lo mejor del snow es el subidón de adrenalina que
la da la competición. Lleva muy mal eso de “lo importante es participar”, es
tan competitiva que no se puede quitar de la cabeza el ganar. Es un deporte con
su riesgo pero de momento a ella las lesiones y los accidentes la están
respetando; eso sí, Amaia tiene claro la importancia de la protección y no le
falta nada; casco y espaldera especialmente.
Sobre el blanco tiene muchos recuerdos, el mejor lo tiene de
Andorra, donde las pistas son espectaculares y las instalaciones incomparables.
Ha hecho snow en Baqueira, en La Molina,… y este año espera ir a Sierra Nevada.
Reconoce que tiene su pequeña rivalidad con los “palilleros”, los que practican
esquí, porque según ella se meten con los que practican snow, los “surferos” y
eso a ella la molesta.
Sus padres la apoyan a tope porque ven la pasión con la que
practica este deporte, pero la han dejado bien claro que los estudios son lo
primero y por eso Amaia sale muy poco con los amigos para estudiar y hacer
trabajos. De momento sabe que si quiere seguir en el snow tiene que sacrificar
otras cosas.
En un futuro lo que le apasionaría es seguir en el mundo del
snow como profesora pero también estudiar y ser veterinaria, porque los
animales son su otra pasión.
Seguro que con su garra y su competitividad logra todos sus
sueños.
5 de noviembre de 2018
5 de noviembre de 2018
“El vóley es mi válvula de escape”
Itxaso Mendizabal (GA2-2º)
Itxaso Mendizabal tiene 18 años y vive en las Carreras. Estudia segundo en Gestión Administrativa y su pasión es el voleibol, deporte en al que lleva enganchada desde los 11 años. Ha jugado siempre en el equipo del instituto de Gallarta, con el que el curso pasado se proclamó campeona de Bizkaia en categoría escolar.
Ahora pertenece al club federado de Gallarta, con el que compite en la segunda división de la liga vasca y donde se enfrenta a equipos del País Vasco, Navarra e incluso Cantabria. Ha comenzado ya la liga y disputada la quinta jornada llevan un parcial de 2 victorias y tres derrotas. El voleibol Gallarta comenzó con un solo equipo y ahora ya cuenta con cuatro y un número importante de fichas, con equipos de chicas y mixtos. Su corta pero exitosa trayectoria ya les ha hecho merecedoras de ser las txupineras de las fiestas de San Antonio del año pasado.
Itxaso empezó jugando al fútbol con 7 años pero problemas de lesiones en sus rodillas, en las que tuvo dos operaciones, la hicieron abandonarlo y probar en el mundo del voleibol. Empezó con jugadoras mayores que ella pero le enganchó de tal manera que ahí sigue. Itxaso nos comenta, que en Abanto las chicas si querían hacer deporte tenían que elegir fútbol, sincronizada o danzas, así que cuando surgió la oportunidad del voleibol algunas se decantaron por él.
Itxaso compagina sus entrenos en el equipo senior con su tarea como entrenadora de un equipo de niñas de 10 y 11 años. Una tarea en la que recibe muchísimo cariño de las peques. Entrena 3 días a la semana más dos con las niñas. Compagina lo mejor que puede el deporte con sus estudios y con el carné de conducir que actualmente está preparando. Pronto empezará las FCT (sus prácticas en empresa) y ahí tendrá que ver cómo hacer para poder seguir con todo.
Ha jugado también a vóley playa en partidos de la liga vasca así como en Salou y en un torneo internacional en Portugal, una experiencia muy enriquecedora para ella, con diferencias al tradicional pero lleno de ritmo. A Itxaso le parece muy divertido pero terriblemente duro.
Itxaso nos recuerda con cierta sonrisa su primera temporada, en la que perdieron todos los partidos, pero que les sirvió para hacerse más fuertes, cogerle el gusto a este deporte y conseguir, fruto del esfuerzo y de entrenar duro, estar ahora a un buen nivel. Ahora los rivales ya no les hacen de menos y han aprendido a respetar a todos, especialmente a los equipos más débiles; no olvidan sus inicios.
El vóley le ha servido para olvidarse de sus problemas, cuando peor está, el vóley le sirve de desahogo, de válvula de escape, y cuando está con sus niñas aún más, la dan cosas que ni ella entiende que salgan de sus peques.
En casa tienen sus dudas, los problemas de rodilla son la causa, pero con su pasión les está convenciendo para que vean el bien que la hace este deporte. A ella le encantaría seguir evolucionando y llegar lo más lejos posible. A pesar de no ser alta, su fuerte es el salto y el bloqueo, el vóley le ha hecho hasta quitar su complejo de “bajita”. Tiene un sueño, quizás una utopía, pero le encantaría ser olímpica, tiene mucho camino que recorrer pero ilusión y energía le sobran.
Ahora pertenece al club federado de Gallarta, con el que compite en la segunda división de la liga vasca y donde se enfrenta a equipos del País Vasco, Navarra e incluso Cantabria. Ha comenzado ya la liga y disputada la quinta jornada llevan un parcial de 2 victorias y tres derrotas. El voleibol Gallarta comenzó con un solo equipo y ahora ya cuenta con cuatro y un número importante de fichas, con equipos de chicas y mixtos. Su corta pero exitosa trayectoria ya les ha hecho merecedoras de ser las txupineras de las fiestas de San Antonio del año pasado.
Itxaso empezó jugando al fútbol con 7 años pero problemas de lesiones en sus rodillas, en las que tuvo dos operaciones, la hicieron abandonarlo y probar en el mundo del voleibol. Empezó con jugadoras mayores que ella pero le enganchó de tal manera que ahí sigue. Itxaso nos comenta, que en Abanto las chicas si querían hacer deporte tenían que elegir fútbol, sincronizada o danzas, así que cuando surgió la oportunidad del voleibol algunas se decantaron por él.
Itxaso compagina sus entrenos en el equipo senior con su tarea como entrenadora de un equipo de niñas de 10 y 11 años. Una tarea en la que recibe muchísimo cariño de las peques. Entrena 3 días a la semana más dos con las niñas. Compagina lo mejor que puede el deporte con sus estudios y con el carné de conducir que actualmente está preparando. Pronto empezará las FCT (sus prácticas en empresa) y ahí tendrá que ver cómo hacer para poder seguir con todo.
Ha jugado también a vóley playa en partidos de la liga vasca así como en Salou y en un torneo internacional en Portugal, una experiencia muy enriquecedora para ella, con diferencias al tradicional pero lleno de ritmo. A Itxaso le parece muy divertido pero terriblemente duro.
Itxaso nos recuerda con cierta sonrisa su primera temporada, en la que perdieron todos los partidos, pero que les sirvió para hacerse más fuertes, cogerle el gusto a este deporte y conseguir, fruto del esfuerzo y de entrenar duro, estar ahora a un buen nivel. Ahora los rivales ya no les hacen de menos y han aprendido a respetar a todos, especialmente a los equipos más débiles; no olvidan sus inicios.
El vóley le ha servido para olvidarse de sus problemas, cuando peor está, el vóley le sirve de desahogo, de válvula de escape, y cuando está con sus niñas aún más, la dan cosas que ni ella entiende que salgan de sus peques.
En casa tienen sus dudas, los problemas de rodilla son la causa, pero con su pasión les está convenciendo para que vean el bien que la hace este deporte. A ella le encantaría seguir evolucionando y llegar lo más lejos posible. A pesar de no ser alta, su fuerte es el salto y el bloqueo, el vóley le ha hecho hasta quitar su complejo de “bajita”. Tiene un sueño, quizás una utopía, pero le encantaría ser olímpica, tiene mucho camino que recorrer pero ilusión y energía le sobran.
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